5.08.2007

Ama a este bendito planeta como a ti mismo

Lo que sigue y está entrecomillado , no es de nuestra autoría, pertenece a un escritor de nombre : ENRIQUE BARRIOS, al cual le pedimos mil perdones por usar ese pedacito de uno de sus libros, para explicar a los niños grandes, algo tan elemental, que a la vez, es el motivo de nuestro blog.-

¡Amarás a la tierra, el bendito planeta en el que vives, como a Ti mismo!! Sabes? amar al prójimo, es AMARLA A ELLA , es lo más próximo a nosotros, jamás estas lejos de ella, estés donde estés, mires donde mires, etc, siempre esta Ella.-

AMALA, TE SOPORTA TODOS LOS DIAS!! .-

(LAS CONCLUSIONES, SON SÓLO VUESTRAS…)

“Antes de Ami, en mi imaginación Dios era un señor vigilante, vengativo, rígido, severo, castigador e iracundo. Bueno, ésa es la idea que algunas personas me transmitieron para asustarme, y en la misma Biblia lo pintan más o menos así en algunas partes. Debido a todo eso, cuando niño le tenía mucho miedo. Pero después descubrí que si no pensaba en Él, yo no entraba en mala onda, y me pareció más conveniente dudar de su existencia… Pero ahora, para mí es un bondadoso y radiante “Ser-PresenciaInteligencia” quien dirige el Universo. De Él me enteré gracias al amigo que vino desde las estrellas a visitarme en su nave: Ami; él me hizo conocer a Dios Amor.

Ahora sí que le presto atención, porque dejó de ser una idea imaginaria y se transformó en algo que yo puedo sentir, vivenciar y experimentar. Claro, como el Amor es Dios, cada vez que siento amor estoy experimentando a Dios. Sencillo.

Sencillo para las almas simples, quiero decir; porque si hablamos del tema con un viejo de espíritu va a salir con complicaciones teológicas e intelectuales que lo enredan todo y que, a fin de cuentas, nos alejan de Dios. Lo que pasa es que en este planeta somos medio retorcidos por dentro, por eso nos cuesta comprender las cosas simples. Es lo mismo respecto al manejo de este mundo.

Yo viajé a Ofir, un mundo evolucionado, y también a otros. Así supe que las civilizaciones avanzadas del Universo comparten todo con cariño, como si se tratara de una gran familia planetaria. Sencillo. Y como resultado, eso parecía una fiesta permanente porque toda la gente andaba contenta. Pero aquí uno sale a la calle y ve una cara alegre y cien caras de vinagre… Y casi todos piensan que sus problemas los resolvería el dinero, pero mientras más rico es un lugar, más vinagres y más de piedra las caras…

Lo que pasa es que lo material es solamente “la parte de afuera”, pero la felicidad tiene que ver con “la parte de adentro”, y eso a su vez tiene que ver con el Amor. Ése es justamente el Principio Guía de los mundos más adelantados que el nuestro, el Amor; debido a eso, allá se mira la vida desde un “nosotros”, mientras que aquí sólo importa el “yo”. El egoísmo es nuestra conducta más natural, y de allí deriva nuestro estilo de vida, impulsado por el viejo y cruel “motor” de esta “civilización”, la famosa “competitividad”, que no es más ni menos que la prehistórica “ley de la selva”, expresada en palabras elegantes…

Pero los mundos evolucionados ya no están en la prehistoria. Allá no se compite, allá de comparte.

Debido a ésa y a otras razones, las civilizaciones cósmicas consideran que nuestra humanidad todavía no es civilizada o evolucionada. Para esa gente, nosotros somos una especie más bien primitiva, aunque nosotros nos consideremos “modernos” (la gente del año 1200 y de todas las épocas se ha considerado igual)… Y no podemos comprender por qué los tripulantes de esas silenciosas naves que se ven cada vez con mayor frecuencia, que poseen una tecnología que aquí ni se suela todavía en alcanzar, no nos consideran dignos del menor contacto a nivel oficial.

Bueno, tampoco los catedráticos de las universidades van a entablar contacto con los salvajes de las selvas, ¿para qué? ¿Mandarles instructores? Seguramente terminarían acribillados por dardos venenosos… Mejor sería dejarles al alcance algunos libritos con ilustraciones fáciles de comprender, con el ABC de lo que se les desea enseñar.

Otro ejemplo: si usted va a visitar a un malhechor peligroso, él va a pensar que usted lo apoya… Y si va a decirle que su conducta no es correcta, mejor vaya con chaleco antibalas… Además sería inútil, porque él sabe muy bien lo que hace. También en ese caso es mejor que le deje los libritos por ahí cerca (y no olvide poner en ellos balazos y peligros, muchas angustias, odios y tristezas, porque si no, se aburre y lanza el libro lejos)…

Pero a pesar de todas las oscuridades y durezas de este incivilizado mundo, que justamente por vivir en su prehistoria todavía no respeta ni intuye lo que es realmente el Amor, Ami dice que tengo que vivir con alegría, con buena onda hacia todos, inclusive hacia los científicos que se dedican a traficar con sus conocimientos inventando nuevas armas, o hacia quienes hacen negociados destruyendo la naturaleza (él cree que es tan fácil amar a ciertos humanoides). Según él, esos “benefactores de la humanidad” (yo los metería a todos presos para que no hagan más daño) no es que sean malos, sino que son ignorantes. Debido a eso, la solución no es pelear ni combatir; el remedio no consiste en borrar del mapa ni en meter preso a nadie (lamentablemente), sino en enseñar, en ayudar a cambiar la mente y el corazón, por lo menos de los más jóvenes, que todavía podríamos llegar a ser diferentes (ahora que me doy cuenta, adult-o y adult-erar tiene la misma raíz)… Digo que podríamos llegar a ser distintos y conducir el mundo de una forma más humana alguna vez, pero no es seguro porque en la escuela no nos enseñan a ser mejores personas. Nuestra educación no está orientada a “la parte de adentro”, sino a lo de afuera; por ese motivo, casi lo único que hacemos es memorizar datos, y no justamente datos que nos lleven hacia la felicidad, o que nos hagan comprender el sentido superior de la vida. Acumulando datos acerca de la parte de afuera de todo no cambia nada por dentro, no en un sentido profundo.

Y en lugar de estimularnos a ser solidarios, nos incitan a ser muy “competitivos”, y eso quiere decir a tratar de ganarles a los demás en todo, dejarlos convertidos en puré, aplastarlos, pasarles por arriba. Ésa es nuestra formación filosófica, moral y ética actual.

Nos vestimos mejor que antes, por fuera, y andamos con celular. Pero por dentro, de las cavernas a hoy no ha cambiado mucho la cosa…

Ante ese panorama, me parece a veces que mi generación tampoco va a hacer nada distinto. ¿Habrá otra?...

Yo he cambiado, ahora me interesa de forma muy seria el destino de esta humanidad, pero no gracias al colegio, sino gracias a Ami, y ésa fue otra gran Luz para mi alma, que tampoco me llegó por vía terrestre, naturalmente. Pero “los amigos de arriba” no pueden andar despertando a todos, uno por uno, y como por aquí abajo no hay demasiado interés en el mejoramiento interior de la especie humana, no veo fácil un cambio en este mundo, a menos que produzcamos un desastre tan espantoso que, si sobrevivimos, nos obligue a cambiar, a construir un mundo diferente del actual. Pero Ami dice que la idea es cambiar el mundo sin que haya grandes desastres, y un poco para colaborar en eso se me dio la misión de escribir estos libritos, que muestran lo más elemental y básico de la forma de vivir de los mundos (y de las personas) con mayor evolución que la nuestra.

Ya dije que por esas alturas se guían por el “Principio Fundamental del Universo” o “Ley Fundamental del Universo” (otra gran luz de origen no terrenal en mi vida), es decir, el Amor, algo muy sencillo y claro, algo que lleva a buscar el mayor bien posible para todos. Pero, a pesar de lo “romanticón” o “espiritualoide” que podría parecer eso por estas oscuras latitudes del entendimiento, en esos luminosos mundos se trabaja sobre todo en centros de investigación y en universidades, y en ellas se realiza mucha actividad orientada al desarrollo espiritual, porque allá, espiritualidad y ciencia son la misma cosa, y saben que todo depende del Amor. Aquí no, aquí todo depende de la Bolsa de “Valores”, de los bancos…

Lo lógico sería que algo tan delicado y complejo como un mundo fuese dirigido por científicos o sabios, pero en este planeta no nos guiamos por el Amor, y por eso no somos lógicos. Un lector muy intelectual diría que lo que acabo de subrayar es incoherente, porque no tiene nada que ver el amor con la lógica. Sin embargo, aquí va otra Luz aportada por Ami: “el Amor es la suprema lógica”, pero eso, sólo la sabiduría del corazón puede comprenderlo, y como quienes nos dirigen no lo comprenden, y menos todavía lo aplican, aquí sucede algo que de verdad es muy incoherente, esto sí que es ilógico: el destino de la humanidad, nuestro futuro y el de toda la vida planetaria está sometido a las leyes del mercado…

Y así nos vamos deslizando por esta periferia galáctica en nuestra hermosa y comercial nave Tierra; ciegos, espoleados por la cruel competitividad en persecución de un solo objetivo: DINERO, sin importar cómo se consiga. Si el asunto es rentable, nada cuentan la vida, el bienestar de las personas, la preservación de la naturaleza ni el futuro planetario.

Aquí va el resultado de la filo$ofía que rige a nuestro planeta: la mayor parte de la gente no es feliz, o no tiene qué comer, o no tiene tiempo para disfrutar de la vida; la corrupción se cuela hasta en los lugares más sagrados, la violencia y el delito crecen, los dientes y garras se afilan en contra del vecino, haciendo aumentar rejas, candados, revólveres y muros, acrecentando la distancia entre pobres y ricos, mientras suculentos “negocios” destruyen y contaminan nuestro hogar planetaria. ¿Y las necesidades y valores profundos del ser humano? ¿Qué pasó con la amistad verdadera, la ternura, la bondad, el cariño? ¿Qué futuro nos espera si seguimos así?

Pensar en eso no brinda buenos réditos, no es “viable”, a otra cosa. Aquí, las personas son “artefactos productivos y consumidores”, y punto. Y la naturaleza es “mercancía”.

“Si me vas a producir ganancia te trato bien y te sonrío, si no, sal rápido de mi vista”…

Si seguimos igual nos vamos a aniquilar, y nosotros lo sabemos muy bien. Pero, todo sigue igual…”

(POR DECISIÓN DE ULTIMO MOMENTO NO AGREGAMOS FOTOS A ESTA ENTRADA, NO VALE LA PENA, ¿VERDAD?

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