Ves esos puntitos chiquititos que casi no se ven. Estamos ahí. Somos nosotros. Y con el de al lado y el otro y el otro, formamos el UNO. Claro que tiene que pasar mucho tiempo para que eso del UNO se nos haga conciente. Y también que alguien muy especial nos ayude.
Nadie sabe como se dan las cosas de la vida y porque en este preciso momento estamos juntos trabajando en esto de poner semillitas con la idea que crezcan y se multipliquen e intentar mejorar el “estado de las cosas”.
¡Y mirá que hay mucho para mejorar!. Por sobre todo cuidar esta casa, nuestro “habitat”, el planeta tan bapuleado y sufrido. Nuestra querida TIERRA. Desde nosotros mismos, desde ese espacio chiquitito y a veces solitario siempre podemos hacer algo, que decimos algo, muchísimooooo. Solamente es pensar en los demás y tomar acción. Alguien nos necesita en algún lugar del mundo. Ese alguien somos nosotros mismo s. Entonces emprendamos el camino. Ayudemos a la NATURALEZA, seamos NATURALES.
Expandamos nuestras emociones y mejoremos nuestras relaciones. Abrámonos a las percepciones. Relajémonos a la orilla de un arroyo. Sintamos el silencio del bosque. Abramos los sentidos. Caminemos. Flotemos en el mar o en un espejo de agua bajo las estrellas.
¿Buscamos juntos en Paraíso?, pero no el del Adán y Eva, el de todos los días, el que está en el cotidiano, en la basura que se recicla, en la preservación del medio ambiente, en el hacer una huerta orgánica, en el fabricar un par de zapatillas para que alguien que la necesite la pueda usar, en el amor a nuestros chicos y a nuestros abuelos.
Por eso dejamos crecer al “extranjero” que hay en nosotros, al que nos juega de “abogado del diablo”, el que nos tiene siempre alerta. Él nos hace ver que no somos nada mas que simples seres humanos de carne y hueso con errores y aciertos, con ilusiones y desilusiones, con alegrías y tristezas, pero con una idea aguerrida y fija, encontrar la PAZ y la TRANQUILIDAD, del espíritu, del alma.
Ese extranjero nos dice que estamos por el camino que siempre debimos estar. Y aquí estamos en esta búsqueda. Somos un todo solidario y por ese hecho simple es que las angustias de los chicos y de los ancianos son nuestras angustias, las sentimos, los vivimos.
Y en esa situación preocupante ya nació el compromiso. Y en pos de ese compromiso se va caminando y ese camino es la libertad y es la felicidad.
Nadie sabe como se dan las cosas de la vida y porque en este preciso momento estamos juntos trabajando en esto de poner semillitas con la idea que crezcan y se multipliquen e intentar mejorar el “estado de las cosas”.
¡Y mirá que hay mucho para mejorar!. Por sobre todo cuidar esta casa, nuestro “habitat”, el planeta tan bapuleado y sufrido. Nuestra querida TIERRA. Desde nosotros mismos, desde ese espacio chiquitito y a veces solitario siempre podemos hacer algo, que decimos algo, muchísimooooo. Solamente es pensar en los demás y tomar acción. Alguien nos necesita en algún lugar del mundo. Ese alguien somos nosotros mismo s. Entonces emprendamos el camino. Ayudemos a la NATURALEZA, seamos NATURALES.
Expandamos nuestras emociones y mejoremos nuestras relaciones. Abrámonos a las percepciones. Relajémonos a la orilla de un arroyo. Sintamos el silencio del bosque. Abramos los sentidos. Caminemos. Flotemos en el mar o en un espejo de agua bajo las estrellas.
¿Buscamos juntos en Paraíso?, pero no el del Adán y Eva, el de todos los días, el que está en el cotidiano, en la basura que se recicla, en la preservación del medio ambiente, en el hacer una huerta orgánica, en el fabricar un par de zapatillas para que alguien que la necesite la pueda usar, en el amor a nuestros chicos y a nuestros abuelos.
Por eso dejamos crecer al “extranjero” que hay en nosotros, al que nos juega de “abogado del diablo”, el que nos tiene siempre alerta. Él nos hace ver que no somos nada mas que simples seres humanos de carne y hueso con errores y aciertos, con ilusiones y desilusiones, con alegrías y tristezas, pero con una idea aguerrida y fija, encontrar la PAZ y la TRANQUILIDAD, del espíritu, del alma.
Ese extranjero nos dice que estamos por el camino que siempre debimos estar. Y aquí estamos en esta búsqueda. Somos un todo solidario y por ese hecho simple es que las angustias de los chicos y de los ancianos son nuestras angustias, las sentimos, los vivimos.
Y en esa situación preocupante ya nació el compromiso. Y en pos de ese compromiso se va caminando y ese camino es la libertad y es la felicidad.
Mimí y Tatien
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